La trucha de río (Salmo trutta), también conocida como
trucha marrón, es un pez de la familia
Salmónidos que incluye tres géneros más procurados: el salmo, una especie encontrada en el océano Atlántico; el oncorhinchus, especie bastante abundante en el océano Pacífico; y el
salvelinus fontinalis o la trucha de río,
encontrada en cursos de agua fría, lagos y pantanos de España (aunque es
originaria de Norteamérica); es la más común de la familia salmónida. Un
detalle curioso llama nuestra atención: la mayoría de las truchas sólo se
encuentra en agua dulce, aunque exista la llamada trucha arcoíris que pasa la vida adulta en el océano, pero vuelve
para desovar al río o arroyo donde nació. Normalmente, las mejores truchas están
en aguas frías y límpidas de arroyos, ríos y lagos de Eurasia y Norteamérica. Sin
embargo, debido a su carne sabrosa y exquisita, si bien posee el cuerpo
cubierto de espinas, la trucha es el pescado azul menos graso (apenas 3% de
grasa), rico en Omega-3 > esencial a nuestro organismo, pues aumenta
considerablemente la coagulación de la sangre, y evita de inmediato las
enfermedades cardiovasculares. Otras experiencias sugieren que las truchas causen
efectos benéficos en el cerebro y rendimiento escolar de los niños, y disminuya
la depresión, el estrés y el deterioro cognitivo o demencia. Pero debemos
evitar ingerir doses elevadas de aceites de pescado como suplemento alimenticio
a causa de la presencia de metales pesados (mercurio, por ejemplo) y dioxinas
muy perjudiciales a la salud. De cualquier forma, sabemos que las fuentes más
ricas en Omega-3 son los peces de agua fría, donde se incluyen el salmón
(supuestamente el pez con menor contaminación), la sardina, la carpa y,
principalmente, la trucha de arroyo.
Como excelente pez de agua fría, la
trucha tiene formas redondeadas y alcanza tamaños considerables (foto), y
debido a diversas mutaciones suelen presentar diversos coloridos, como naranja,
marrón, rojo, blanco… Puede tener atletas sencillas o dobles, de varios
tamaños. Habitualmente, las truchas son peces tranquilos y de movimientos
lentos. Según las variedades, los ojos, los orificios nasales y las barbas
alrededor de la boca, son muy diferentes. Las truchas como todos los peces de
agua fría no son muy selectivas en la comida, pero tienen un apetito insaciable
por lo que su alimentación no representa cualquier problema: son omnívoros En
este tipo de peces hay un rápido paso de la comida a través del tacto
digestivo; la absorción de los nutrientes es bastante deficiente y, por eso,
necesitan de alimentos balanceados y libres de plantas acuáticas foráneas porque
se las pueden comer. Casi todos los peces de agua fría pueden mantenerse en
acuarios sin calefacción, a temperaturas ambientales, incluso en estanques de
jardines. Los peces de agua fría representan la mejor opción para quienes se
inician en el mundo de la acuariología avanzada - ciencia que estudia las técnicas
necesarias para mantener a los organismos acuáticos en las condiciones de confinamiento, así como su gran
resistencia y fácil mantenimiento de las mejores condiciones del agua. El pez
rojo (Carassius auratus) y la carpa
koi (Cyprinus carpio), por ejemplo,
demuestran cierto grado de inteligencia, y son capaces de entender cuándo su
dueño se aproxima para darles de comer. Hasta llega a desarrollar algunas
estrategias: si otro pez más rápido que ellos se apropia de la comida, el pez
rojo o la carpa no intentan competir con ellos antes esperan a que la comida
descienda al fondo para arrebatársela. Aunque los peces de agua fría se
mantengan en acuarios de vidrio, ellos tienen preferencia por acuarios
espaciosos como los estanques. Muchas personas, aquí en el Brasil, crían truchas
silvestres en la sierra de la
Bocaina/SP y MG.
La trucha de río, más específicamente
la encontrada en el río Carrión/Palencia, tiene el cuerpo fusiforme, afilado y
aparece con menor tamaño que otras subespecies de trucha de arroyo. Presenta un
colorido amarillento con pintas rojas y negras de bordes blancos. Llega a pesar
6/8kg excepcionalmente, aunque la medida común sea de 1,5kg. Esta trucha es
propia de ríos bien oxigenados, de corrientes rápidas y empedradas, cauces
límpidos y de poca profundidad. La trucha del río Carrión es muy voraz y suele
saltar fuera del agua para capturar a sus presas (es carnívora) que pueden ser
gusanos de río, insectos, cangrejos, pequeños crustáceos, ranas… Por lo general, las truchas de arroyo o río
habitan los remansos de las aguas, zonas situadas inmediatamente después de
piedras escurridizas y alivian al huésped de las corrientes violentas. Cuando
la dieta es de crustáceos la carne de la trucha es rosada, especie más conocida
entre los pescadores como trucha asalmonada. Hay pescadores incautos que confunden
la trucha ibérica (autóctona y más procurada por quien entiende de verdad de
pesca fluvial) con la trucha arcoíris (Salmo
gairdneri), una especie de mayor tamaño y más resistente a aguas aún poco
contaminadas y con menor oxígeno, cuyo nicho a escala nacional no es el mismo
de la Salmo trutta fario - pez eurihalino marino = ser acuático
capaz de vivir en grandes concentraciones de sales sin ser afectado, y de agua
dulce, distribuido al noroeste del Atlántico ej.: Francia, islas Británicas y
cornisa cantábrica/España. Autores hay que no la aceptan como especie ni como
subespecie, siendo tan sólo un sinónimo de la Salmo trutta trutta. Mide 0,90/100cm, con características
morfológicas en que aparecen 3 a 4 espinas laterales en su aleta dorsal y otras
tantas en la anal. Son peces dichos
anádromos = viven en la mar y en agua frías a poca profundidad, remontando
los ríos para desovar, donde son vistos en corrientes pequeñas (arroyos) de
aguas muy rápidas cercanas al nacimiento de ríos de alta montaña, a veces
también encontrados en ríos de valle. Los juveniles, en diversos ríos
cantábricos, se alimentan de
invertebrados bentónicos, larvas de insectos etc, mientras en la mar se
alimentan de moluscos; los adultos consumen otros peces y anfibios. Es una
trucha de alto valor comercial, y ha sido creada en acuicultura por la buena
aceptación en los supermercados, restaurantes y diversas cocinas nacionales y
extranjeras. Es asimismo utilizada en la pesca deportiva en los ríos de todo el
país. Las repoblaciones con la trucha tipo fario son normales en toda Europa;
se la vende fresca o ahumada, y se la cocina de multitud de maneras.
Observación: me tomo la libertad de aconsejar a mis paisanos con vocación
de pescadores sobre la licencia de pesca fluvial, un documento nominal,
individual e intransferible, cuya tenencia es necesaria para poder pescar
dentro de la Comunidad Autónoma. Esta licencia de pesca autoriza a los
interesados a ejercer la pesca en los ríos y masas de agua (lagos, embalses, estanques,
etc) clasificados como ‘zonas libres’.
El río Carrión, tributario del Pisuerga
(afluente del Duero) cuando pasa por Vidrieros > localidad y pedanía de
Triollo/Palencia, situada a los pies del Pico Curavacas (2.524m), ‘la cumbre de mayor altura integralmente
palentina’ = valle del Carrión y cerca del embalse Camporredondo, es un
torrente bien oxigenado, un poco saltarín y casi virginal, un sitio sofisticado
para la trucha [palentina] de río. Quien le visita percibe y aprecia sus aguas
puras y cristalinas con fondos pedregosos, sin duda las mejores condiciones
para vivero de truchas suculentas. El Parque de Fuentes Carrionas y Fuente
Cobre es un espacio de gran valor natural, paisajístico, botánico y faunístico,
la masa de sabinas más septentrional de Europa, junto con endemismos de la
cordillera Cantábrica… Es también el refugio de una especie emblemática y en
peligro de extinción: el oso pardo. Pues bien, en ese valle del río Carrión
donde las fuertes pendientes de escasa cobertura vegetal y el predominio de la
roca contrastan con los valles de amplia cobertura arbustiva y de variado
colorido estacional (la cuenca del Pisuerga se destaca por sus extensas masas
arboladas, firmemente asentadas sobre un relieve menos acentuado), ahí, en ese
paraíso terrenal, vamos encontrar la mejor trucha de España, ese pez extremamente
voraz y cuya pesca es tan decantada, siendo
también uno de los principales atractivos del Parque Nacional de Fuentes
Carrionas, el más renombrado e interesante parque de la península Ibérica. En
las inmediaciones del pueblecito de Vidrieros existen dos cotos de pesca ‘sin
muerte’, dígase de pasaje, muy llamativos y excelentes rincones de truchas, como
Triollo y Pineda. La superficie acotada supone dos tramos: (1) desde el puente
de Triollo hasta el puente de Pacherín;
y (2) desde el puente de Pacherín en adelante (unos 2km poco más o menos). Los
tramos posteriores al coto de Pineda y anteriores al coto de Triollo son
considerados zonas de pesca libre. Actualmente, el cupo (cantidad) permitido de truchas en estas zonas es de 6 truchas
con 20cm o más, por persona y día. Como relatan los habitantes del lugar,
antiguamente la trucha era abundante y
de medidas aventajadas; hoy, al contrario, los ejemplares son mucho menores, a
pesar de que el río Carrión cuenta con una numerosa población de truchas sin
competencia en el mercado. Sin embargo, las excelentes condiciones del
Parque y las características ecológicas
del río y sus pequeños tributarios, además del paisaje paradisiaco que lo rodea,
y como, acrecentaba un pescador, del interés y ‘bravura de las truchas de esta zona’, hacen del río Carrión a su
paso por Vidrieros/Triollo una área privilegiada del arte de la pesca. Todos
los años, una infinidad de pescadores afluyen a la zona en busca de diversión y
buena gastronomía.
Tratándose de la pesca deportiva ‘pesque y suelte’, los métodos de captura
son variados: el uso de la mosca o cucharilla, así como la lombriz de tierra
son los señuelos artificiales más
comunes en el arte de pescar la trucha. Existen otros cebos muy apreciados como
las larvas, aunque en la península Ibérica está prohibido en los ríos
clasificados como trucheros el uso de
larvas de animales, con sanciones pecuniarias bastante pesadas. Asimismo,
ocurren limitaciones en el cupo de truchas capturadas (por pescador y por día),
variando de acuerdo con el hábitat y las zonas de pesca, si los ríos de la
región son repoblados o con especies autóctonas, y el tipo de coto a que está
sujeta la zona de pesca. Vea este ejemplo esclarecedor: una Asociación de
Pescadores gestiona un coto de pesca intensiva sin muerte. En este caso, se
cuentan los periodos y días hábiles (2 de febrero a 16 de junio), el cupo de
capturas (5 truchas arcoíris por licencia o permiso), la prohibición de la
pesca del cangrejo rojo, la talla mínima de la trucha (23cm), los cebos y la
especie de trucha autorizados. En diversos casos se menciona asimismo el número
de cañas por pescador, el uso de cebos legales, se prohíbe la pesca a través de
embarcaciones, aparatos flotantes y anzuelos tripes o dobles, excepto cuchara y
pez artificial, aunque se permite la
pesca con asticot (un vermiforme o
gusano) en aparatos con ‘’veleta’. Los pescadores no pueden olvidarse de que es
obligatorio devolver las truchas comunes capturadas fuera del periodo de pesca
[permitida], bajo pena de ser multado y responder por crimen ecológico. En la
teoría está perfecto, pero lo que cuenta es la práctica que no tan rígida así…
En nuestras comarcas de Boedo-Ojeda
y en la Ribera del Pisuerga, muy cerca de Prádanos de Ojeda, la pesca de
truchas cuenta con muchos atributos considerados indispensables: en primer
lugar, los ríos de montaña donde vamos encontrar las truchas más procuradas y
sabrosas de Castilla y León; después las opiniones de viejos pescadores, sus
comentarios, los trucos permitidos en la pesca de truchas, montajes de moscas o
cucharas, rincones favoritos, captura y
suelta de la trucha, los mejores y más atrayentes embalses de Castilla
situados en la Montaña Palentina, las diversas técnicas de pesca, los tipos de
cebo, la pesca sin muerte, los cotos
y tramos libres, los días de pesca, consejos y alertas sobre los ríos y
torrentes de montaña, en fin una numerosa retahíla de detalles importantes en
el arte de la pesca, incluso respetando el medio ambiente y manteniendo limpios
paisajes y escenarios deportivos que embellecen
y favorecen la pesca de la trucha de río. Y sobre todo, visitando con
orden y respeto ‘el paraíso de las truchas’ como nos afirmaba un pescador
veterano: ‘aquel lugar donde uno puede
dar un paseo y desconectarse de la rutina, disfrutando de lo que a uno le gusta
> la pesca de estas preciosidades, las truchas. Este es para mí el rincón del pescador, aunque sea un lugar donde otros pescadores normalmente se quejan por
no ser para ellos el lugar ideal. Para mí, no importa que tenga poca corriente,
sin márgenes libres y mucha vegetación, poco caudal, muchos mosquitos, agua
cristalina... El lugar favorito del río es aquel rincón donde el pescador se
siente a gusto, en el lugar preciso y con la mosca adecuada’. Bien, yo no
soy pescador de truchas y nunca lo fui, pero me parecen prudentes los consejos del
viejo marinero.
Así como en la parte baja del río Carrión
la pesca está condicionada al caudal del río –en Saldaña, el coto sin muerte
tiene una increíble densidad de truchas, que se refugian en recodos, cuérnagos, tablas y pozos-, en el río
Pisuerga y, más concretamente, en Aguilar de Campoo, entre el embalse del mismo
nombre y la presa del ‘cuérnago de Fontaneda’, así llamado por regular las
aguas de la antigua fábrica de galletas, es el tramo de pesca de trucha más
perfecto del río Pisuerga, según nos dice el blog Pescando Truchas (abril/2013). Y yo lo creo sinceramente, dadas las
fotografías con que nos brinda el pescador aguilarense o campurriano, y la
‘noble arte’ que él defiende con uñas y dientes. Este pescador de truchas (que
parece ser de los buenos) aconseja a los principiantes: siempre que se pesca en
un tramo nuevo, se debe comenzar con dos estilos diferentes: una caña de buldo
con un completo recurso de trico, ahogada y ninfa, para comprobar la densidad
de las truchas, y una cola de rata con un par de ninfas que suelten mucha agua.
Desde el comienzo, el triunfo será de las ninfas pues habrá necesidad de
cambiarlas tres o cuatro veces por estar completamente deshechas. Como cuenta ‘nuestro’
pescador, será un espectáculo verlas cebarse en estas corrientes saltando del
agua en busca de los tricópteros. Él no quiere hablar de la cantidad de truchas
pescadas para no ser tachado de mentiroso, pero nos dice que la mayoría medían
entre 25 y 27cm, a pesar del tramo en cuestión haber sufrido un tremendo
varapalo en años pasados. Y termina diciendo que, en realidad, se trata de un
‘magnífico acotado’. En resumidas cuentas: es un lugar privilegiado, con mucha
agua fría, muchísimos pescadores y truchas recelosas.
Pero no todo es fiesta para la pesca sin
muerte, o para la captura y suelta de la
trucha. La Junta de Castilla y León, siguiendo las orientaciones de los
consejos provinciales de pesca, pretende transformar en tramos de pesca con
muerte la mayoría de los cotos y tramos libres en todas las provincias de la
Comunidad Autónoma. En las próximas semanas (octubre/2013), se espera que se
apruebe y entre en vigor la nueva Ley de pesca fluvial en Castilla y León.
Curiosamente, esa norma declara a la trucha común como Especie de Interés
Preferente, lo que quiere decir que de ahora en adelante la modalidad de la
pesca sin muerte (la famosa captura y
suelta) pasará a ser una pesca con muerte como práctica de pesca normal. En
realidad, sólo en teoría porque la Consejería de Fomento y Medio Ambiente
pretende detener esos ‘avanzos’ (¡?) mediante una orden anual de vedas que
convertiría en acotados con muerte muchos de los cotos y tramos libres de
pesca, al menos en algunas provincias ej.: Salamanca y León. De cualquier
forma, la propuesta comunitaria de Castilla y León da un giro radical al modelo
de gestión de la pesca de la trucha, desarrollado y llevado a la práctica en
las últimas décadas. Con esa norma, los pescadores podrían sacrificar truchas
en la mayoría de los tramos de pesca, poniendo en riesgo las poblaciones
trucheras recuperadas tras años en régimen de captura y suelta. El revuelo generado entre los practicantes de
esta modalidad ha saltado a las redes sociales, donde se están recogiendo
firmas en contra de esas medidas retrógradas y anti-ecológicas. La AEMS-Ríos con Vida, de Castilla y León,
clasifica a esa propuesta de ‘inaudito despropósito’, pues acabaría con casi 20
años de protección de los mejores cotos trucheros de la comunidad autónoma,
incluso porque puede agotar la calidad y la cantidad de pesca que atrae a gran
número de pescadores foráneos, sin cualquier responsabilidad sobre nuestros
recursos piscícolas. Lo más contradictorio de la propuesta es que la propia
Administración pretende socavar la ley de pesca adelantando a la aprobación
unas medidas frontalmente opuestas a sus principios y disposiciones. Por todo
eso, la AEMS-Ríos con Vida > una
ONG de ámbito estatal, sin ánimo de lucro, dedicada a la conservación y
restauración de los ríos, especialmente de las salmonícolas autóctonas y su
medio ambiente, recuerda a las autoridades de Castilla y León que ‘la pesca sin muerte es el régimen de gestión
aplicado en los mejores destinos pesqueros del mundo’, sólo permitiendo el
uso de pesca sostenible, además de suponer un gran polo de atracción turística
y generación de riqueza que beneficia a los pueblos ribereños. Y por increíble
que parezca, la misma Administración encargada de proteger las poblaciones
trucheras (contabilizando aprovechamiento y conservación de los recursos
pesqueros), podrá convertirse en su principal amenaza, además de arriesgarse a
matar la gallina de los huevos de oro aún en medio a la galopante crisis
económica por la cual pasa España.
Una vez terminada la temporada/2011 -quien
nos lo cuenta es Ríos-Montaña Palentina-,
el balance de resultados señalaba una triste realidad en la Montaña Palentina:
la temporada no fue ni buena ni mala, apenas se constató que los tramos altos
del río Carrión, favorables a la pesca de truchas, fueron excelentes a finales
de abril y primeros de mayo, algo anormal en la temporada; ya los tramos medios
y bajos fueros desastrosos, sobre todo cuando la temporada estuvo marcada por
un invierno sin mucha nieve, algo fundamental en el desarrollo de las truchas, tratándose
de las zonas del Pico Curavacas y Peña Prieta. El calor atípico a principios de
otoño (25ºC en Cervera de Pisuerga) pudo provocar un comportamiento anormal de
la trucha. El coto de Pineda en el Alto Carrión es un acotado emblemático, pero
la decisión administrativa de permitir un número excesivo de pescadores podrá
acabar con la gallina de los huevos de oro, como se dijo anteriormente. Incluso
porque la guardería no cumple fielmente con su obligación: ‘allí estaban algunos pescadores furtivos
limpiando las truchas que habían acabado de pescar en un coto sin muerte, como
el de Pineda’. El correspondiente de
Ríos-Montaña Palentina, indignado, reclama: ‘están cargando por la mala gestión el mejor coto de la provincia de
Palencia. [Por lo visto], hacer las
cosas bien es difícil, pero hacerlas mal es muy fácil. Nos causa mucha tristeza
ver un guardia que al divisar varios individuos furtivos en el refugio de Arauz
decidió darse la vuelta para no tener que enfrentarse a la pandilla de matones’.
Pero no todo es tristeza antes la
falta de compromiso de algunos guardas forestales en las mejores zonas
pesqueras fluviales de Palencia. La Asociación de Agentes Forestales y
Medioambientales de nuestra provincia ha hecho públicas sus actividades de
repoblación de trucha, llevadas a cabo en el río Pisuerga, en la comarca Boedo-Ojeda.
Se han soltado más de 600 ejemplares de truchas autóctonas, con más de tres
años y cuya talla supera los 35cm. Según comentarios de la propia Asociación,
son ‘buenas truchas, ya que están en edad
reproductora; a ver si así se consigue la cría en el río Pisuerga, ya que en
los últimos años no se han observado ejemplares jóvenes’. Normalmente, estas truchas proceden de la
piscifactoría que la Junta de Castilla y León tiene en Celadilla del Río, una
pedanía de Pino del Río/Palencia, entre el páramo de Guardo y la ribera del río
Carrión, dentro de la comarca de Saldaña. Y no son las primeras que se vierten
en uno de los ríos de la provincia. También merecen destaque las labores
llevadas a cabo con la misma finalidad en el tramo del río Carrión, entre Poza y
Gañinas de la Vega, dos pedanías de Pedrosa de la Vega, donde hace poco tiempo
(2012), se soltaron cerca de 40.000 alevines de trucha común, con idéntica
procedencia, notició el diario Norte de
Castilla, hoy mismo > 16 de noviembre de 2013. Esta trucha palentina así
es descrita por un entendido: ‘un pez
huidizo, cauteloso y desconfiado, con una fuerza y agresividad poco usual en el
resto de los peces. Habitualmente reside en ríos de montaña, con aguas puras y
bien oxigenadas. Es una especie territorial que, en muchas ocasiones, pasa toda
su vida en un tramo muy limitado del río; realiza sus mayores desplazamientos
en época de mucho frío’. Esta trucha es de alimentación carnívora (83%),
centrándose en la captura de invertebrados y pequeños vertebrados acuáticos. En
las horas de máxima actividad al amanecer o al atardecer, las encontramos
delante o detrás de cualquier obstáculo que reduzca la velocidad de la
corriente, en los rápidos que transcurren cerca de las orillas, en las caídas
de los saltos de agua, en las desembocaduras de los arroyos en el río y en las
entradas y salidas de las pozas esperando el paso de la comida.
En las horas en
que la trucha está menos activa suele estar en los fondos de las pozas o entre
las raíces de los árboles y la vegetación ciliar. Para muchos, la pesca de la
trucha parece una misión imposible o un ‘verdadero arte’, un
privilegio reservado única y exclusivamente a un reducido grupo de pescadores
experimentados. Nada más lejos de la realidad: bastan unos conocimientos mínimos
tanto del entorno como del comportamiento de las truchas, y de algunas técnicas más conocidas, aunque sea
prudente, según nos dice un entendido, dar una ojeada al Manuscrito de Astorga
y al manuscrito de León, aunque no sé decir por qué este pedido. Pero un
consejo suyo me pareció indispensable: ‘a
la emoción de ver como la trucha toma nuestro señuelo [cebo, reclamo] en la superficie, se suma el contacto con
el pez en nuestra mano a través de la línea de pesca’. ¡Palabras de un buen
pescador!
Nenhum comentário:
Postar um comentário