domingo, 17 de novembro de 2013

Prádanos de Ojeda - la trucha de río (8)



            
 
       La trucha de río (Salmo trutta), también conocida como trucha marrón,  es un pez de la familia Salmónidos que incluye tres géneros más procurados: el salmo, una especie encontrada en el océano Atlántico; el oncorhinchus, especie  bastante abundante en el océano Pacífico; y el salvelinus fontinalis o la trucha de río, encontrada en cursos de agua fría, lagos y pantanos de España (aunque es originaria de Norteamérica); es la más común de la familia salmónida. Un detalle curioso llama nuestra atención: la mayoría de las truchas sólo se encuentra en agua dulce, aunque exista la llamada trucha arcoíris que pasa la vida adulta en el océano, pero vuelve para desovar al río o arroyo donde nació. Normalmente, las mejores truchas están en aguas frías y límpidas de arroyos, ríos y lagos de Eurasia y Norteamérica. Sin embargo, debido a su carne sabrosa y exquisita, si bien posee el cuerpo cubierto de espinas, la trucha es el pescado azul menos graso (apenas 3% de grasa), rico en Omega-3 > esencial a nuestro organismo, pues aumenta considerablemente la coagulación de la sangre, y evita de inmediato las enfermedades cardiovasculares. Otras experiencias sugieren que las truchas causen efectos benéficos en el cerebro y rendimiento escolar de los niños, y disminuya la depresión, el estrés y el deterioro cognitivo o demencia. Pero debemos evitar ingerir doses elevadas de aceites de pescado como suplemento alimenticio a causa de la presencia de metales pesados (mercurio, por ejemplo) y dioxinas muy perjudiciales a la salud. De cualquier forma, sabemos que las fuentes más ricas en Omega-3 son los peces de agua fría, donde se incluyen el salmón (supuestamente el pez con menor contaminación), la sardina, la carpa y, principalmente, la trucha de arroyo.        
     Como excelente pez de agua fría, la trucha tiene formas redondeadas y alcanza tamaños considerables (foto), y debido a diversas mutaciones suelen presentar diversos coloridos, como naranja, marrón, rojo, blanco… Puede tener atletas sencillas o dobles, de varios tamaños. Habitualmente, las truchas son peces tranquilos y de movimientos lentos. Según las variedades, los ojos, los orificios nasales y las barbas alrededor de la boca, son muy diferentes. Las truchas como todos los peces de agua fría no son muy selectivas en la comida, pero tienen un apetito insaciable por lo que su alimentación no representa cualquier problema: son omnívoros En este tipo de peces hay un rápido paso de la comida a través del tacto digestivo; la absorción de los nutrientes es bastante deficiente y, por eso, necesitan de alimentos balanceados y libres de plantas acuáticas foráneas porque se las pueden comer. Casi todos los peces de agua fría pueden mantenerse en acuarios sin calefacción, a temperaturas ambientales, incluso en estanques de jardines. Los peces de agua fría representan la mejor opción para quienes se inician en el mundo de la acuariología avanzada - ciencia que estudia las técnicas necesarias para mantener a los organismos acuáticos en las  condiciones de confinamiento, así como su gran resistencia y fácil mantenimiento de las mejores condiciones del agua. El pez rojo (Carassius auratus) y la carpa koi (Cyprinus carpio), por ejemplo, demuestran cierto grado de inteligencia, y son capaces de entender cuándo su dueño se aproxima para darles de comer. Hasta llega a desarrollar algunas estrategias: si otro pez más rápido que ellos se apropia de la comida, el pez rojo o la carpa no intentan competir con ellos antes esperan a que la comida descienda al fondo para arrebatársela. Aunque los peces de agua fría se mantengan en acuarios de vidrio, ellos tienen preferencia por acuarios espaciosos como los estanques. Muchas personas, aquí en el Brasil, crían truchas silvestres en la sierra de la Bocaina/SP y MG.      
           La trucha de río, más específicamente la encontrada en el río Carrión/Palencia, tiene el cuerpo fusiforme, afilado y aparece con menor tamaño que otras subespecies de trucha de arroyo. Presenta un colorido amarillento con pintas rojas y negras de bordes blancos. Llega a pesar 6/8kg excepcionalmente, aunque la medida común sea de 1,5kg. Esta trucha es propia de ríos bien oxigenados, de corrientes rápidas y empedradas, cauces límpidos y de poca profundidad. La trucha del río Carrión es muy voraz y suele saltar fuera del agua para capturar a sus presas (es carnívora) que pueden ser gusanos de río, insectos, cangrejos, pequeños crustáceos, ranas…  Por lo general, las truchas de arroyo o río habitan los remansos de las aguas, zonas situadas inmediatamente después de piedras escurridizas y alivian al huésped de las corrientes violentas. Cuando la dieta es de crustáceos la carne de la trucha es rosada, especie más conocida entre los pescadores como trucha asalmonada. Hay pescadores incautos que confunden la trucha ibérica (autóctona y más procurada por quien entiende de verdad de pesca fluvial) con la trucha arcoíris (Salmo gairdneri), una especie de mayor tamaño y más resistente a aguas aún poco contaminadas y con menor oxígeno, cuyo nicho a escala nacional no es el mismo de la Salmo trutta fario - pez eurihalino marino = ser acuático capaz de vivir en grandes concentraciones de sales sin ser afectado, y de agua dulce, distribuido al noroeste del Atlántico ej.: Francia, islas Británicas y cornisa cantábrica/España. Autores hay que no la aceptan como especie ni como subespecie, siendo tan sólo un sinónimo de la Salmo trutta trutta. Mide 0,90/100cm, con características morfológicas en que aparecen 3 a 4 espinas laterales en su aleta dorsal y otras tantas en la anal. Son peces dichos anádromos = viven en la mar y en agua frías a poca profundidad, remontando los ríos para desovar, donde son vistos en corrientes pequeñas (arroyos) de aguas muy rápidas cercanas al nacimiento de ríos de alta montaña, a veces también encontrados en ríos de valle. Los juveniles, en diversos ríos cantábricos,  se alimentan de invertebrados bentónicos, larvas de insectos etc, mientras en la mar se alimentan de moluscos; los adultos consumen otros peces y anfibios. Es una trucha de alto valor comercial, y ha sido creada en acuicultura por la buena aceptación en los supermercados, restaurantes y diversas cocinas nacionales y extranjeras. Es asimismo utilizada en la pesca deportiva en los ríos de todo el país. Las repoblaciones con la trucha tipo fario son normales en toda Europa; se la vende fresca o ahumada, y se la cocina de multitud de maneras.
           Observación: me tomo la libertad de aconsejar a mis paisanos con vocación de pescadores sobre la licencia de pesca fluvial, un documento nominal, individual e intransferible, cuya tenencia es necesaria para poder pescar dentro de la Comunidad Autónoma. Esta licencia de pesca autoriza a los interesados a ejercer la pesca en los ríos y masas de agua (lagos, embalses, estanques, etc) clasificados como ‘zonas libres’.
             El río Carrión, tributario del Pisuerga (afluente del Duero) cuando pasa por Vidrieros > localidad y pedanía de Triollo/Palencia, situada a los pies del Pico Curavacas (2.524m), ‘la cumbre de mayor altura integralmente palentina’ = valle del Carrión y cerca del embalse Camporredondo, es un torrente bien oxigenado, un poco saltarín y casi virginal, un sitio sofisticado para la trucha [palentina] de río. Quien le visita percibe y aprecia sus aguas puras y cristalinas con fondos pedregosos, sin duda las mejores condiciones para vivero de truchas suculentas. El Parque de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre es un espacio de gran valor natural, paisajístico, botánico y faunístico, la masa de sabinas más septentrional de Europa, junto con endemismos de la cordillera Cantábrica… Es también el refugio de una especie emblemática y en peligro de extinción: el oso pardo. Pues bien, en ese valle del río Carrión donde las fuertes pendientes de escasa cobertura vegetal y el predominio de la roca contrastan con los valles de amplia cobertura arbustiva y de variado colorido estacional (la cuenca del Pisuerga se destaca por sus extensas masas arboladas, firmemente asentadas sobre un relieve menos acentuado), ahí, en ese paraíso terrenal, vamos encontrar la mejor trucha de España, ese pez extremamente voraz  y cuya pesca es tan decantada, siendo también uno de los principales atractivos del Parque Nacional de Fuentes Carrionas, el más renombrado e interesante parque de la península Ibérica. En las inmediaciones del pueblecito de Vidrieros existen dos cotos de pesca ‘sin muerte’, dígase de pasaje, muy llamativos y excelentes rincones de truchas, como Triollo y Pineda. La superficie acotada supone dos tramos: (1) desde el puente de Triollo hasta el puente de  Pacherín; y (2) desde el puente de Pacherín en adelante (unos 2km poco más o menos). Los tramos posteriores al coto de Pineda y anteriores al coto de Triollo son considerados zonas de pesca libre. Actualmente, el cupo (cantidad) permitido de truchas en estas zonas es de 6 truchas con 20cm o más, por persona y día. Como relatan los habitantes del lugar, antiguamente la trucha era abundante  y de medidas aventajadas; hoy, al contrario, los ejemplares son mucho menores, a pesar de que el río Carrión cuenta con una numerosa población de truchas sin competencia en el mercado. Sin embargo, las excelentes condiciones del Parque  y las características ecológicas del río y sus pequeños tributarios, además del paisaje paradisiaco que lo rodea, y como, acrecentaba un pescador, del interés y ‘bravura de las truchas de esta zona’, hacen del río Carrión a su paso por Vidrieros/Triollo una área privilegiada del arte de la pesca. Todos los años, una infinidad de pescadores afluyen a la zona en busca de diversión y buena gastronomía.         
            Tratándose de la pesca deportiva ‘pesque y suelte’, los métodos de captura son variados: el uso de la mosca o cucharilla, así como la lombriz de tierra son los señuelos artificiales  más comunes en el arte de pescar la trucha. Existen otros cebos muy apreciados como las larvas, aunque en la península Ibérica está prohibido en los ríos clasificados como trucheros el uso de larvas de animales, con sanciones pecuniarias bastante pesadas. Asimismo, ocurren limitaciones en el cupo de truchas capturadas (por pescador y por día), variando de acuerdo con el hábitat y las zonas de pesca, si los ríos de la región son repoblados o con especies autóctonas, y el tipo de coto a que está sujeta la zona de pesca. Vea este ejemplo esclarecedor: una Asociación de Pescadores gestiona un coto de pesca intensiva sin muerte. En este caso, se cuentan los periodos y días hábiles (2 de febrero a 16 de junio), el cupo de capturas (5 truchas arcoíris por licencia o permiso), la prohibición de la pesca del cangrejo rojo, la talla mínima de la trucha (23cm), los cebos y la especie de trucha autorizados. En diversos casos se menciona asimismo el número de cañas por pescador, el uso de cebos legales, se prohíbe la pesca a través de embarcaciones, aparatos flotantes y anzuelos tripes o dobles, excepto cuchara y pez artificial,  aunque se permite la pesca con asticot (un vermiforme o gusano) en aparatos con ‘’veleta’. Los pescadores no pueden olvidarse de que es obligatorio devolver las truchas comunes capturadas fuera del periodo de pesca [permitida], bajo pena de ser multado y responder por crimen ecológico. En la teoría está perfecto, pero lo que cuenta es la práctica que no tan rígida así…         
       En nuestras comarcas de Boedo-Ojeda y en la Ribera del Pisuerga, muy cerca de Prádanos de Ojeda, la pesca de truchas cuenta con muchos atributos considerados indispensables: en primer lugar, los ríos de montaña donde vamos encontrar las truchas más procuradas y sabrosas de Castilla y León; después las opiniones de viejos pescadores, sus comentarios, los trucos permitidos en la pesca de truchas, montajes de moscas o cucharas, rincones favoritos, captura y suelta de la trucha, los mejores y más atrayentes embalses de Castilla situados en la Montaña Palentina, las diversas técnicas de pesca, los tipos de cebo, la pesca sin muerte, los cotos y tramos libres, los días de pesca, consejos y alertas sobre los ríos y torrentes de montaña, en fin una numerosa retahíla de detalles importantes en el arte de la pesca, incluso respetando el medio ambiente y manteniendo limpios paisajes y escenarios deportivos que embellecen  y favorecen la pesca de la trucha de río. Y sobre todo, visitando con orden y respeto ‘el paraíso de las truchas’ como nos afirmaba un pescador veterano: ‘aquel lugar donde uno puede dar un paseo y desconectarse de la rutina, disfrutando de lo que a uno le gusta > la pesca de estas preciosidades, las truchas. Este es para mí el rincón del pescador, aunque sea un lugar donde otros pescadores normalmente se quejan por no ser para ellos el lugar ideal. Para mí, no importa que tenga poca corriente, sin márgenes libres y mucha vegetación, poco caudal, muchos mosquitos, agua cristalina... El lugar favorito del río es aquel rincón donde el pescador se siente a gusto, en el lugar preciso y con la mosca adecuada’. Bien, yo no soy pescador de truchas y nunca lo fui, pero me parecen prudentes los consejos del viejo marinero.
        Así como en la parte baja del río Carrión la pesca está condicionada al caudal del río –en Saldaña, el coto sin muerte tiene una increíble densidad de truchas, que se refugian en recodos, cuérnagos, tablas y pozos-, en el río Pisuerga y, más concretamente, en Aguilar de Campoo, entre el embalse del mismo nombre y la presa del ‘cuérnago de Fontaneda’, así llamado por regular las aguas de la antigua fábrica de galletas, es el tramo de pesca de trucha más perfecto del río Pisuerga, según nos dice el blog Pescando Truchas (abril/2013). Y yo lo creo sinceramente, dadas las fotografías con que nos brinda el pescador aguilarense o campurriano, y la ‘noble arte’ que él defiende con uñas y dientes. Este pescador de truchas (que parece ser de los buenos) aconseja a los principiantes: siempre que se pesca en un tramo nuevo, se debe comenzar con dos estilos diferentes: una caña de buldo con un completo recurso de trico, ahogada y ninfa, para comprobar la densidad de las truchas, y una cola de rata con un par de ninfas que suelten mucha agua. Desde el comienzo, el triunfo será de las ninfas pues habrá necesidad de cambiarlas tres o cuatro veces por estar completamente deshechas. Como cuenta ‘nuestro’ pescador, será un espectáculo verlas cebarse en estas corrientes saltando del agua en busca de los tricópteros. Él no quiere hablar de la cantidad de truchas pescadas para no ser tachado de mentiroso, pero nos dice que la mayoría medían entre 25 y 27cm, a pesar del tramo en cuestión haber sufrido un tremendo varapalo en años pasados. Y termina diciendo que, en realidad, se trata de un ‘magnífico acotado’. En resumidas cuentas: es un lugar privilegiado, con mucha agua fría, muchísimos pescadores y truchas recelosas.
               Pero no todo es fiesta para la pesca sin muerte, o  para la captura y suelta de la trucha. La Junta de Castilla y León, siguiendo las orientaciones de los consejos provinciales de pesca, pretende transformar en tramos de pesca con muerte la mayoría de los cotos y tramos libres en todas las provincias de la Comunidad Autónoma. En las próximas semanas (octubre/2013), se espera que se apruebe y entre en vigor la nueva Ley de pesca fluvial en Castilla y León. Curiosamente, esa norma declara  a la trucha común como Especie de Interés Preferente, lo que quiere decir que de ahora en adelante la modalidad de la pesca sin muerte (la famosa captura y suelta) pasará a ser una pesca con muerte como práctica de pesca normal. En realidad, sólo en teoría porque la Consejería de Fomento y Medio Ambiente pretende detener esos ‘avanzos’ (¡?) mediante una orden anual de vedas que convertiría en acotados con muerte muchos de los cotos y tramos libres de pesca, al menos en algunas provincias ej.: Salamanca y León. De cualquier forma, la propuesta comunitaria de Castilla y León da un giro radical al modelo de gestión de la pesca de la trucha, desarrollado y llevado a la práctica en las últimas décadas. Con esa norma, los pescadores podrían sacrificar truchas en la mayoría de los tramos de pesca, poniendo en riesgo las poblaciones trucheras recuperadas tras años en régimen de captura y suelta. El revuelo generado entre los practicantes de esta modalidad ha saltado a las redes sociales, donde se están recogiendo firmas en contra de esas medidas retrógradas y anti-ecológicas. La AEMS-Ríos con Vida, de Castilla y León, clasifica a esa propuesta de ‘inaudito despropósito’, pues acabaría con casi 20 años de protección de los mejores cotos trucheros de la comunidad autónoma, incluso porque puede agotar la calidad y la cantidad de pesca que atrae a gran número de pescadores foráneos, sin cualquier responsabilidad sobre nuestros recursos piscícolas. Lo más contradictorio de la propuesta es que la propia Administración pretende socavar la ley de pesca adelantando a la aprobación unas medidas frontalmente opuestas a sus principios y disposiciones. Por todo eso, la AEMS-Ríos con Vida > una ONG de ámbito estatal, sin ánimo de lucro, dedicada a la conservación y restauración de los ríos, especialmente de las salmonícolas autóctonas y su medio ambiente, recuerda a las autoridades de Castilla y León que ‘la pesca sin muerte es el régimen de gestión aplicado en los mejores destinos pesqueros del mundo’, sólo permitiendo el uso de pesca sostenible, además de suponer un gran polo de atracción turística y generación de riqueza que beneficia a los pueblos ribereños. Y por increíble que parezca, la misma Administración encargada de proteger las poblaciones trucheras (contabilizando aprovechamiento y conservación de los recursos pesqueros), podrá convertirse en su principal amenaza, además de arriesgarse a matar la gallina de los huevos de oro aún en medio a la galopante crisis económica por la cual pasa España.      
          Una vez terminada la temporada/2011 -quien nos lo cuenta es Ríos-Montaña Palentina-, el balance de resultados señalaba una triste realidad en la Montaña Palentina: la temporada no fue ni buena ni mala, apenas se constató que los tramos altos del río Carrión, favorables a la pesca de truchas, fueron excelentes a finales de abril y primeros de mayo, algo anormal en la temporada; ya los tramos medios y bajos fueros desastrosos, sobre todo cuando la temporada estuvo marcada por un invierno sin mucha nieve, algo fundamental en el desarrollo de las truchas, tratándose de las zonas del Pico Curavacas y Peña Prieta. El calor atípico a principios de otoño (25ºC en Cervera de Pisuerga) pudo provocar un comportamiento anormal de la trucha. El coto de Pineda en el Alto Carrión es un acotado emblemático, pero la decisión administrativa de permitir un número excesivo de pescadores podrá acabar con la gallina de los huevos de oro, como se dijo anteriormente. Incluso porque la guardería no cumple fielmente con su obligación: ‘allí estaban algunos pescadores furtivos limpiando las truchas que habían acabado de pescar en un coto sin muerte, como el de Pineda’. El correspondiente de Ríos-Montaña Palentina, indignado, reclama: ‘están cargando por la mala gestión el mejor coto de la provincia de Palencia. [Por lo visto], hacer las cosas bien es difícil, pero hacerlas mal es muy fácil. Nos causa mucha tristeza ver un guardia que al divisar varios individuos furtivos en el refugio de Arauz decidió darse la vuelta para no tener que enfrentarse a la pandilla de matones’.         
         Pero no todo es tristeza antes la falta de compromiso de algunos guardas forestales en las mejores zonas pesqueras fluviales de Palencia. La Asociación de Agentes Forestales y Medioambientales de nuestra provincia ha hecho públicas sus actividades de repoblación de trucha, llevadas a cabo en el río Pisuerga, en la comarca Boedo-Ojeda. Se han soltado más de 600 ejemplares de truchas autóctonas, con más de tres años y cuya talla supera los 35cm. Según comentarios de la propia Asociación, son ‘buenas truchas, ya que están en edad reproductora; a ver si así se consigue la cría en el río Pisuerga, ya que en los últimos años no se han observado ejemplares jóvenes’.  Normalmente, estas truchas proceden de la piscifactoría que la Junta de Castilla y León tiene en Celadilla del Río, una pedanía de Pino del Río/Palencia, entre el páramo de Guardo y la ribera del río Carrión, dentro de la comarca de Saldaña. Y no son las primeras que se vierten en uno de los ríos de la provincia. También merecen destaque las labores llevadas a cabo con la misma finalidad en el tramo del río Carrión, entre Poza y Gañinas de la Vega, dos pedanías de Pedrosa de la Vega, donde hace poco tiempo (2012), se soltaron cerca de 40.000 alevines de trucha común, con idéntica procedencia, notició el diario Norte de Castilla, hoy mismo > 16 de noviembre de 2013. Esta trucha palentina así es descrita por un entendido: ‘un pez huidizo, cauteloso y desconfiado, con una fuerza y agresividad poco usual en el resto de los peces. Habitualmente reside en ríos de montaña, con aguas puras y bien oxigenadas. Es una especie territorial que, en muchas ocasiones, pasa toda su vida en un tramo muy limitado del río; realiza sus mayores desplazamientos en época de mucho frío’. Esta trucha es de alimentación carnívora (83%), centrándose en la captura de invertebrados y pequeños vertebrados acuáticos. En las horas de máxima actividad al amanecer o al atardecer, las encontramos delante o detrás de cualquier obstáculo que reduzca la velocidad de la corriente, en los rápidos que transcurren cerca de las orillas, en las caídas de los saltos de agua, en las desembocaduras de los arroyos en el río y en las entradas y salidas de las pozas esperando el paso de la comida.
            En las horas en que la trucha está menos activa suele estar en los fondos de las pozas o entre las raíces de los árboles y la vegetación ciliar. Para muchos, la pesca de la trucha parece una misión imposible o un ‘verdadero arte’, un privilegio reservado única y exclusivamente a un reducido grupo de pescadores experimentados. Nada más lejos de la realidad: bastan unos conocimientos mínimos tanto del entorno como del comportamiento de las truchas, y de  algunas técnicas más conocidas, aunque sea prudente, según nos dice un entendido, dar una ojeada al Manuscrito de Astorga y al manuscrito de León, aunque no sé decir por qué este pedido. Pero un consejo suyo me pareció indispensable: ‘a la emoción de ver como la trucha toma nuestro señuelo [cebo, reclamo] en la superficie, se suma el contacto con el pez en nuestra mano a través de la línea de pesca’. ¡Palabras de un buen pescador!

Nenhum comentário:

Postar um comentário