La gatuña (Ononis spinosa), conocida popularmente como uña de gato, es una planta con formato de arbusto, de la familia Leguminosas; llega a alcanzar unos 0,60cm de altura. Su raíz es rastrera,
larga y fina, de un color pardusco grisáceo. Los tallos son cilíndricos cargados de vellosidad,
y sus ramos muy puntiagudos. Las hojas son constituidas por 3 hojuelas
elípticas desiguales, con los bordes aserrados excepto en los ramillos
floríferos bastante simples. Cada hojuela presenta un color verde profundo, muy
llamativo y hermoso. Las flores de la gatuña brotan precisamente de esos ramillos,
de una en una, o de dos en dos, sobre un pequeño y corto tallito. Los frutos se concentran en una vaina velluda e inflada
con un número reducido de semillas. Esta planta florece de mayo a octubre. La
gatuña crece en prados/praderías y en pastos resequidos por el estío, y sobre
todo en bordes de caminos y carreteras, en campos de rastrojo y hasta en las
dunas de arena. De todas las formas tiene preferencia por lugares semiáridos,
terrenos estériles arcillosos y argilosos o calcáreos – dominantes en el
territorio de Prádanos. Y con una cualidad inexistente en otras plantas: su
vegetación mejora el microclima y la humedad a su alrededor. Es originaria de
Europa y África del Norte, extendiéndose por toda la cuenca del Mediterráneo. Vamos
encontrarla casi siempre en altitudes inferiores a 1500m.
La gatuña es conocida desde el
siglo IV aC; de sus propiedades y virtudes ya nos hablan, por extenso,
Teofrasto, Dioscórides, Plinio el Viejo
y Galeno. Un herbario del siglo XVIII, nos describe los efectos terapéuticos de
la gatuña: es una planta que ayuda a
expulsar la orina y los cálculos renales tanto en humanos como en animales.
En el catálogo Locinero-hispanicae rubetum,
esta planta recibe el apellido de ‘hierba de la piedra’, en referencia y
predominancia a su carácter diurético,
apreciado y valorizado hasta hoy. En la Edad Media, la gatuña ya era
administrada en infusiones o utilizada en gastronomía: en su totalidad, la
planta era recolectada aún tierna, se la dejaba marinar > remojo en un líquido aromático para darle un nuevo
sabor, y se consumía durante todo el año. En infusión, el potingue o jarabe era
servido como bebida ora caliente (hervido) ora macerado en una mezcla de
escorza y raíz de gatuña para combatir los cálculos renales y los condilomas internos > verrugas
genitales producidas por el virus HPV.
Otro efecto saludar de la gatuña estaba
en un vino/licor obtenido a través de la maceración de la planta; bastaba
enjuagar la boca un poco con esta bebida que calmaba el dolor de dientes o de
garganta. Médico del emperador Carlos V, un célebre humanista español, Andrés
Laguna de Segovia (1499-1559) –fue también renombrado especialista en
farmacología y botánica médica- en su descripción metódica sobre la gatuña
decía que el nombre griego ononis
significaría ‘asno’/burro, dando a los frutos el término científico de
‘onoides’, porque los asnos al arrascarse para desechar los parásitas de sus
lomos acostumbraban revolcarse en el ramaje de esta planta, por ser
extremamente áspera y espinosa. La gatuña fue reconocida por los botánicos como
‘Remora aratri, esto es, porque era un estorbo al paso de los bueyes y
del arado, debido a la resistencia clásica de la raíz de esta planta al trabajo
agrícola, pues llegaba a destrozar las patas de los bueyes y arneses del
ganado. Llegó a ser un problema muy serio en las tareas y servicios del campo: los
labradores de antaño la consideraban una verdadera desgracia en la hora de arar
sus parcelas.
Actualmente, el laboratorio Bioforce AG España usa en sus preparados
la gatuña silvestre que se corta entre mayo y julio. La planta en su totalidad
es macerada para conseguir la tintura que dará color y sabor a los remedios,
pues este vegetal tiene larga tradición como planta medicinal y aromática,
además de ser recomendada en prescripciones homeopáticas. La nueva farmacopea
del Bioforce AG -alimentación
biológica mais importante del mercado suizo -, es reconocida internacionalmente por su alta
calidad y eficacia, pues fabrica los preparados de extractos vegetales con
plantas de sus propios cultivos [protegidos], o de otros cultivares rigurosamente
controlados. Los campos de la empresa se cultivan de forma tradicional, sin utilizar
tratamientos químicos, ni pesticidas, ni abonos de síntesis. Las plantas se
recogen por la mañana y se procesan frescas. La fabricación del Bioforce AG (suizo) asegura una perfecta
conservación de los principios activos de la planta; en este caso concreto, de
la gatuña silvestre. En realidad, existen diferentes campos de acción cuando se
habla de la gatuña: unos son aceptados por la medicina tradicional; otros por
la medicina popular. En homeopatía e indicciones académicas, la Ononis spinosa se considera un buen diurético por lo que su uso es útil en
casos de retención de líquidos y trastornos de la vejiga y de los riñones (nefrología/litiasis renal). En cuanto al uso casero, aparece con las mismas indicaciones
anteriores, además de ser útil en casos de artritis, artrosis, eczemas,
eritemas, mal de gota y reumatismo articular. En todas estas manifestaciones,
se usa la infusión de tés hecha con la raíz de la planta. Por ser básicamente
diurética, la gatuña encuentra aplicación en todas las afecciones urinarias (uretritis,
uretritis, piolonefritis, oliguria y litiasis renal). También es bastante empleada
en el tratamiento de cistitis y trastornos hepáticos (disquinesias
hepatobiliares y colecistitis). Y por ser esencialmente diurética se utiliza en
hiperazotemía, hiperuricemia, mal de gota, hipertensión arterial, edemas,
sobrepeso (obesidad) y retención de líquidos.
La gatuña tiene algunas
contraindicaciones: es necesario ser prudente y estar precavido en casos de
obstrucción de las vías biliares, así como en el control y uso diurético de la
gatuña en casos de hipertensión arterial, cardiopatía e insuficiencia renal. Es
verdad que aún no se conocen los efectos secundarios de esta planta, pero para
evitar problemas indeseados, sobre todo en presencia de hipertensión y
cardiopatías el uso de cualquier
preparado de gatuña debe ser controlado por prescripción y receta médicas, dada
la posibilidad de acontecer una descompensación tensionar. Y como en todas las
plantas medicinales, tomadas vía extractos fluidos o en tinturas, siempre deberá
llevarse en consideración el contenido alcohólico del preparado. En varias
secciones donde se trata de plantas medicinales pude recoger algunas excelentes
propiedades de la gatuña, pero siempre subrayando el hecho de alertar a todos
mis lectores que se trata de una planta tóxica cuando mal empleada. En el apartado Hierbas Medicinales pude constatar que
la gatuña – una planta de raíces extensas muy difíciles de arrancar- es un
excelente colagogo y, por consiguiente,
tiene una gran efectividad para liberar los canales de la vesícula biliar en
casos de enfermedad o infecciones de ese órgano. Por ser un buen diurético
promueve la eliminación de sodio y cloro a través de la orina de forma natural. Asimismo, llevando en cuenta su composición
química, la gatuña es una planta que
posee propiedades científicamente reconocidas como diurético, astringente,
colagogo y sudorífico. Sus efectos se hacen sentir también en casos de
faringitis muy agudas. En infusiones, bastan 2gr de la parte floral por cada
taza de agua: se hierve el agua, se agrega la parte floral dejándola en seguida
en reposo con el fuego apagado (10m apenas). Una vez tibio, se filtra y se
bebe. Recomiéndanse tres tazas al día, bajo consulta médica para evitar mayores
problemas.
Muchos de los efectos medicinales y
terapéuticos de la gatuña dependen del modo como se hacen la recolección y
conservación de la planta. Los botánicos resaltan algunos procedimientos como
este: la raíz se debe desenterrar en otoño, no siendo fácil hacerlo porque esas
raíces de dimensiones considerables se extienden con gran facilidad por el
subsuelo > por esta característica de la gatuña se la denomina detienebueyes y quiebra-arados (Remora aratri), entre muchos otros,
debido a sus raíces profundas y extensas, muy difíciles de arrancar. Se la
llama también peine-de-asno por
causa de las espinas de los tallos, aprovechadas habitualmente por los animales
de tiro para arrascarse. Después de desenterrar la raíz se quita la tierra que
lleva adherida, se la corta a lo largo y se la pone a secar al aire libre o a
calor artificial. Ya las sumidades florales se recogen en junio. Muchos
tratados sobre la gatuña hacen cuestión de anotar los principios activos más
importantes encontrados en la gatuña, tales como el aceite esencial > rico
en transanetol, mentol y carvona, además de los isoflavonoides, triterpenos y
taninos, entre otros. Esos mismos botánicos y terapeutas alertan para el modo
de preparar tanto las infusiones (sumidades floridas), decocción (raíces),
extractos fluidos y secos (gotas de la
envoltura floral) y tinturas (gotas). En resumo: las principales propiedades terapéuticas de la gatuña son:
diurética, salurética (excreción de sal) y azotúrica (eliminación de cloruros y
nitrogenados, especialmente la urea), sudorífera, astringente y antidiarrética,
cicatrizante y colagoga (expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar).
En fisioterapia, las propiedades medicinales son: aumenta la diuresis en casos
críticos y debela afecciones
genitourinarias (cistitis, uretritis, uretritis, pielonefritis) e infecciones
de las vías urinarias que alcanzan la pelvis renal (oliguria, litiasis).
También en casos de hiperazotemía, hiperuricemia (disminución de la orina), mal
de gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso (obesidad, cuando acompañada
de retención de líquidos), disquinesias hepatobiliares (dolores abdominales
agudos en la parte superior derecha) y colecistitis. Nada mejor que infusiones y
extractos de gatuña, pero bajo prescripción y control médicos.
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