sábado, 8 de junho de 2013

PLANTAS DE MI PUEBLO - la gatuña (20)



               
         La gatuña (Ononis spinosa), conocida popularmente como uña de gato, es una planta con formato de arbusto, de la familia Leguminosas; llega a alcanzar unos 0,60cm de altura. Su raíz es rastrera, larga y fina, de un color pardusco grisáceo. Los tallos son cilíndricos cargados de vellosidad, y sus ramos muy puntiagudos. Las hojas son constituidas por 3 hojuelas elípticas desiguales, con los bordes aserrados excepto en los ramillos floríferos bastante simples. Cada hojuela presenta un color verde profundo, muy llamativo y hermoso. Las flores de la gatuña brotan precisamente de esos ramillos, de una en una, o de dos en dos, sobre un pequeño y corto tallito. Los frutos  se concentran en una vaina velluda e inflada con un número reducido de semillas. Esta planta florece de mayo a octubre. La gatuña crece en prados/praderías y en pastos resequidos por el estío, y sobre todo en bordes de caminos y carreteras, en campos de rastrojo y hasta en las dunas de arena. De todas las formas tiene preferencia por lugares semiáridos, terrenos estériles arcillosos y argilosos o calcáreos – dominantes en el territorio de Prádanos. Y con una cualidad inexistente en otras plantas: su vegetación mejora el microclima y la humedad a su alrededor. Es originaria de Europa y África del Norte, extendiéndose por toda la cuenca del Mediterráneo. Vamos encontrarla casi siempre en altitudes inferiores a 1500m.
            La gatuña es conocida desde el siglo IV aC; de sus propiedades y virtudes ya nos hablan, por extenso, Teofrasto, Dioscórides, Plinio el Viejo y Galeno. Un herbario del siglo XVIII, nos describe los efectos terapéuticos de la gatuña: es una planta que ayuda a expulsar la orina y los cálculos renales tanto en humanos como en animales. En el catálogo Locinero-hispanicae rubetum, esta planta  recibe el apellido de ‘hierba de la piedra’, en referencia y predominancia a su carácter diurético,  apreciado y valorizado hasta hoy. En la Edad Media, la gatuña ya era administrada en infusiones o utilizada en gastronomía: en su totalidad, la planta era recolectada aún tierna, se la dejaba marinar > remojo en un líquido aromático para darle un nuevo sabor, y se consumía durante todo el año. En infusión, el potingue o jarabe era servido como bebida ora caliente (hervido) ora macerado en una mezcla de escorza y raíz de gatuña para combatir los cálculos renales y los condilomas internos > verrugas genitales producidas por el virus HPV. 
            Otro efecto saludar de la gatuña estaba en un vino/licor obtenido a través de la maceración de la planta; bastaba enjuagar la boca un poco con esta bebida que calmaba el dolor de dientes o de garganta. Médico del emperador Carlos V, un célebre humanista español, Andrés Laguna de Segovia (1499-1559) –fue también renombrado especialista en farmacología y botánica médica- en su descripción metódica sobre la gatuña decía que el nombre griego ononis significaría ‘asno’/burro, dando a los frutos el término científico de ‘onoides’, porque los asnos al arrascarse para desechar los parásitas de sus lomos acostumbraban revolcarse en el ramaje de esta planta, por ser extremamente áspera y espinosa. La gatuña fue reconocida por los botánicos como ‘Remora aratri, esto es,  porque era un estorbo al paso de los bueyes y del arado, debido a la resistencia clásica de la raíz de esta planta al trabajo agrícola, pues llegaba a destrozar las patas de los bueyes y arneses del ganado. Llegó a ser un problema muy serio en las tareas y servicios del campo: los labradores de antaño la consideraban una verdadera desgracia en la hora de arar sus parcelas.          
       Actualmente, el laboratorio Bioforce AG España usa en sus preparados la gatuña silvestre que se corta entre mayo y julio. La planta en su totalidad es macerada para conseguir la tintura que dará color y sabor a los remedios, pues este vegetal tiene larga tradición como planta medicinal y aromática, además de ser recomendada en prescripciones homeopáticas. La nueva farmacopea del Bioforce AG -alimentación biológica mais importante del mercado suizo -,  es reconocida internacionalmente por su alta calidad y eficacia, pues fabrica los preparados de extractos vegetales con plantas de sus propios cultivos [protegidos], o de otros cultivares rigurosamente controlados. Los campos de la empresa se cultivan de forma tradicional, sin utilizar tratamientos químicos, ni pesticidas, ni abonos de síntesis. Las plantas se recogen por la mañana y se procesan frescas. La fabricación del Bioforce AG (suizo) asegura una perfecta conservación de los principios activos de la planta; en este caso concreto, de la gatuña silvestre. En realidad, existen diferentes campos de acción cuando se habla de la gatuña: unos son aceptados por la medicina tradicional; otros por la medicina popular. En homeopatía e indicciones académicas, la Ononis spinosa se considera un buen diurético por lo que su uso es útil en casos de retención de líquidos y trastornos de la vejiga y de los riñones (nefrología/litiasis renal). En cuanto al uso casero, aparece con las mismas indicaciones anteriores, además de ser útil en casos de artritis, artrosis, eczemas, eritemas, mal de gota y reumatismo articular. En todas estas manifestaciones, se usa la infusión de tés hecha con la raíz de la planta. Por ser básicamente diurética, la gatuña encuentra aplicación en todas las afecciones urinarias (uretritis, uretritis, piolonefritis, oliguria y litiasis renal). También es bastante empleada en el tratamiento de cistitis y trastornos hepáticos (disquinesias hepatobiliares y colecistitis). Y por ser esencialmente diurética se utiliza en hiperazotemía, hiperuricemia, mal de gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso (obesidad) y retención de líquidos.
           La gatuña tiene algunas contraindicaciones: es necesario ser prudente y estar precavido en casos de obstrucción de las vías biliares, así como en el control y uso diurético de la gatuña en casos de hipertensión arterial, cardiopatía e insuficiencia renal. Es verdad que aún no se conocen los efectos secundarios de esta planta, pero para evitar problemas indeseados, sobre todo en presencia de hipertensión y cardiopatías  el uso de cualquier preparado de gatuña debe ser controlado por prescripción y receta médicas, dada la posibilidad de acontecer una descompensación tensionar. Y como en todas las plantas medicinales, tomadas vía extractos fluidos o en tinturas, siempre deberá llevarse en consideración el contenido alcohólico del preparado. En varias secciones donde se trata de plantas medicinales pude recoger algunas excelentes propiedades de la gatuña, pero siempre subrayando el hecho de alertar a todos mis lectores que se trata de una planta tóxica cuando mal empleada. En el apartado Hierbas Medicinales pude constatar que la gatuña – una planta de raíces extensas muy difíciles de arrancar- es un excelente colagogo  y, por consiguiente, tiene una gran efectividad para liberar los canales de la vesícula biliar en casos de enfermedad o infecciones de ese órgano. Por ser un buen diurético promueve la eliminación de sodio y cloro a través de la orina de forma natural.  Asimismo, llevando en cuenta su composición química,  la gatuña es una planta que posee propiedades científicamente reconocidas como diurético, astringente, colagogo y sudorífico. Sus efectos se hacen sentir también en casos de faringitis muy agudas. En infusiones, bastan 2gr de la parte floral por cada taza de agua: se hierve el agua, se agrega la parte floral dejándola en seguida en reposo con el fuego apagado (10m apenas). Una vez tibio, se filtra y se bebe. Recomiéndanse tres tazas al día, bajo consulta médica para evitar mayores problemas.     
       Muchos de los efectos medicinales y terapéuticos de la gatuña dependen del modo como se hacen la recolección y conservación de la planta. Los botánicos resaltan algunos procedimientos como este: la raíz se debe desenterrar en otoño, no siendo fácil hacerlo porque esas raíces de dimensiones considerables se extienden con gran facilidad por el subsuelo > por esta característica de la gatuña se la denomina detienebueyes y quiebra-arados (Remora aratri), entre muchos otros, debido a sus raíces profundas y extensas, muy difíciles de arrancar. Se la llama también peine-de-asno por causa de las espinas de los tallos, aprovechadas habitualmente por los animales de tiro para arrascarse. Después de desenterrar la raíz se quita la tierra que lleva adherida, se la corta a lo largo y se la pone a secar al aire libre o a calor artificial. Ya las sumidades florales se recogen en junio. Muchos tratados sobre la gatuña hacen cuestión de anotar los principios activos más importantes encontrados en la gatuña, tales como el aceite esencial > rico en transanetol, mentol y carvona, además de los isoflavonoides, triterpenos y taninos, entre otros. Esos mismos botánicos y terapeutas alertan para el modo de preparar tanto las infusiones (sumidades floridas), decocción (raíces), extractos fluidos  y secos (gotas de la envoltura floral) y tinturas (gotas). En resumo: las principales propiedades terapéuticas de la gatuña son: diurética, salurética (excreción de sal) y azotúrica (eliminación de cloruros y nitrogenados, especialmente la urea), sudorífera, astringente y antidiarrética, cicatrizante y colagoga (expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar). En fisioterapia, las propiedades medicinales son: aumenta la diuresis en casos críticos  y debela afecciones genitourinarias (cistitis, uretritis, uretritis, pielonefritis) e infecciones de las vías urinarias que alcanzan la pelvis renal (oliguria, litiasis). También en casos de hiperazotemía, hiperuricemia (disminución de la orina), mal de gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso (obesidad, cuando acompañada de retención de líquidos), disquinesias hepatobiliares (dolores abdominales agudos en la parte superior derecha) y colecistitis. Nada mejor que infusiones y extractos de gatuña, pero bajo prescripción y control médicos.

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