segunda-feira, 11 de março de 2013

usos y costumbres de mi pueblo - los juegos (3D)


           En varios países de lengua española, existe un espacio on-line denominado Museo Itinerante de Juegos y Juguetes, cuyo objetivo principal es ofrecer a los niños y adolescentes del mundo hispánico una apuesta lúdica y pedagógica. Tal iniciativa intenta revalorizar el juguete en si mismo y mostrar su historia real a lo largo del tiempo. A principio, el museo desea brindar a los niños/as del mundo un espacio digital donde ellos mismos puedan vivenciar experiencias lúdicas, y aprendan a revalorizar los juguetes y los juegos como lugares de encuentro con sus amiguitos. Al mesmo tiempo, el museo pretende fomentar y promover la divulgación, recreación y producción de bienes culturales > revalorizar los juegos tradicionales y numerosos juguetes de antaño como un patrimonio cultural de la humanidad. Su intento primordial es recuperar el valor histórico de los juegos/juguetes tradicionales (o populares) recriando en los niños y adolescentes el poder investigativo de muchas historias donde ellos propios son los protagonistas incontestables.
          Un ejemplo a ser seguido es la IPA- Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar (Argentina) > una organización social no gubernamental, fundada en Dinamarca (1961). Ella detiene status consultivo en la UNESCO y en la UNICEF. Por principio, defiende el derecho inalienable de todos los niños/as y adolescentes a jugar, a través de acciones concretas. Por eso, su punto de partida es prestar servicios de capacitación, asesoramiento e investigación en la temática de los juegos. Además, su gran misión resume el inmenso trabajo que tiene por la frente: defender el derecho del ser humano [hombre/mujer] posibilitando el desarrollo de su capacidad creadora para transformar y enriquecer su entorno social y cultural. Sin olvidar que este trabajo se extiende principalmente a tres ámbitos: educación, salud y comunidad. Ofrece además charlas, jornadas y encuentros tanto nacional como internacionalmente, articulando esfuerzos junto a distintos niveles: países, empresas, escuelas y organizaciones sociales las más diversas.
         Ante  tanto esfuerzo y trabajo en querer llevar el juego a todos los rincones del mundo, mi pequeño rincón on-line desea también colaborar en cuanto me es posible, divulgando algunos juegos y su dinámica factible. Deseo con vehemencia que los niños y adolescentes de nuestros pueblos interioranos y de las zonas rurales de Palencia puedan fruir y divertirse como hacíamos antiguamente. Y sin gastar prácticamente un céntimo de euro. Dios quiera que las autoridades municipales de las comarcas Boedo/Ojeda se sientan atraídos por estas palabras de incentivo y ánimo, y concreticen en sus pueblos estos juegos tan tradicionales en España, y en el mundo hispánico y luso-brasileño. Aquí, pues, vengo una vez más a describir otros juegos y sus reglas simplemente primarias, fáciles de leerlas y más fáciles de llevarlas a la práctica. Dije anteriormente que me recordaba de unos 30 juegos, pero percibo que aún memoricé algunos más. Veamos:

32 – jugar a la carrera a tres piernas:

este juego encuentra algunas variantes, pero la más tradicional y fácil de jugar es esta: a principio, se hacen parejas de todos los niños que deseen participar de un divertimiento tan curioso. Claro, a ser posible, los niños deberán tener la misma altura y tamaño. Después, una vez conseguidas o formadas las parejas, viene la parte más interesante: se amarran con un lazo, cordel, pañuelo o pedazo de tela –a la altura del tobillo-, la pierna derecha de un jugador con la pierna izquierda del otro niño. Todos ellos prontos y bien amarrados, se trazan dos rayas: una para marcar la salida y otra para indicar la llegada/meta. A partir de este momento, el juego adquiere aires de alegría y risotadas por parte de todos los asistentes. Gana el juego la pareja que llegue antes a la meta. El juego se puede hacerse por equipos y con mais de una corrida o carrera -ida y vuelta. Experimenten y verán como este juego es más divertido que la corrida de sacos, otra variante también muy interesante. Aún más cuando juegan padre e hijo, padre y madre. O cuando juegan las familias enteras, disputando y compitiendo en busca de alguna cosa estimulante. Y, principalmente, cuando se les pide que busquen un objeto, lo traigan y se lo entreguen al monitor del juego.

33 – jugar a empinar cometas o papagayos:


jugar a empinar cometas o papagayos – son tantos los nombres de este juguete inventado por los chinos que sería difícil encuadrarlos en un espacio tan pequeño. El juego en si es tan antiguo cuanto la civilización china, donde estuvo por muchos años a servicio del ejército. En la  Europa Medieval, consta que los niños ya empinaban sus cometas desde el siglo XII. Y, como referencia histórica, varios  investigadores dicen que este juguete tan sencillo y popular tendría influido en la invención de planeadores, parapentes y paracaídas. En el Japón, todos los años se realiza un estruendoso festival de cometas gigantes y coloridos El vuelo de cometas es uno de los juegos más tradicionales en el mundo entero: en España ocurre en la primavera o cuando hay fuertes vientos. Hacer volar las cometas es una diversión individual o colectiva y, sobre todo, una distracción agradable que exige poco dinero pero mucho tiempo. En su confección se necesitan, cuando mucho, maderas livianas (> de poco peso) para las aristas, pabilos (mechas) para los frenos, cola, cintas de tela y papel de seda. Una vez pronta la cometa, el parque es el lugar más apropiado (despejado) para hacer volar este juguete que encanta a jóvenes y mayores. El diccionario resume el juego con estas simples palabras: juguete formado por un armazón ligero, generalmente de cañas, que mantiene tenso un papel, un plástico o una tela, y por una cola de trozos de papel o de tela; se sujeta con un cordel y se eleva en el aire aprovechando la fuerza y dirección del viento. ¡Perfecto! Los niños, desde pequeñitos, ya saben como mantener su cometa en el aire, alcanzar mayor altura y competir con otros niños, principalmente cortar la cometa del vecino. Yo de niño me distraía poco con este juguete;  y de mayor tuve una triste experiencia: paré en el hospital, porque un m#@& arrastró el hilo mezclado con cola de vidrio y me cortó la pierna. ¡No morí porque Dios no quiso!

34 – jugar a comer la manzana:

en Escocia y países ‘británicos’ hay una variante de este juego: se llama dooking > agáchese; en España se denomina ‘morder la manzana’, pero tiene algo de diferente. Dicen que es sinónimo de halloween > el día de las brujas. No tengo conocimiento de este detalle. Pues bien: esa modalidad británica consiste en lo siguiente: se llena una bañera o lavabo grande con agua y dentro se colocan algunas manzanas. Como éstas flotan, los jugadores – tres o cuatro no más- deberán atraparlas una a una con los dientes. No se pueden usar las manos y, para que no existan trampas, se deberán atarlas a la espalda. Es un juego que según leí on-line rememora subliminarmente la debilidad más antigua del mundo (¿!?).  En el juego español, al contrario, pueden participar tantos jugadores cuantos lo deseen: se necesita apenas de una provisión de manzanas y de una ‘portería’ (foto), hecha de tablas con la finalidad de colgarlas de manera que se queden a la altura de la cabeza de los competidores (altos, medios o bajos). El objetivo del juego es comer la manzana a mordiscos: quién comer primero la manzana gana el juego. Se marca un tiempo, y a la señal dada por el monitor todos los jugadores, con las manos a la espalda, tientan comer la bendita manzana suspensa de una cuerda o cordel. Pasado el tiempo reglamentar, vence el primero a comérsela entera, o aquel que haya comido la mayor parte. Es un juego divertidísimo y de gran poder de atracción para los asistentes.

35 – jugar a ‘tierra, mar y cielo’:

este juego, creo yo, era más de niñas que de niños o mozalbetes. Se trazaba una raya en el suelo o en un ‘campo’ determinado. Podían jugar cuantos niños/as  quisiesen participar. Bastaba prestar mucha atención, pues se trata de un juego que favorece y agudiza la rapidez, el equilibrio emocional y la atención de todos los participantes. Es un juego indicado para niñas pequeñas, pero también sirve para muchachitas de 10 a 12 años. La finalidad del juego es desarrollar los reflejos y la coordinación motora. Es necesario un monitor o árbitro que dará las órdenes variando los términos ‘mar’, ‘tierra’, ‘tierra’, ‘mar’, etc., pero de una manera tal que los jugadores no intuyan cuál será el próximo movimiento a ser ejecutado. Al iniciar el juego, todos los participantes deberán colocarse, paralelamente,  atrás de la raya trazada en el suelo – de un lado está el ‘mar’, del otro la ‘tierra’. Cuando el monitor gritar ‘tierra’ todos deberán saltar la línea y quedarse en ese lado; si gritar ‘mar’, deberán saltar la línea y quedarse del otro lado. Y así sucesivamente, saltando de un lado a otro de la raya divisoria entre el ‘mar’ y la ‘tierra’. Quién cometer una o más fallas será eliminado, según la regla combinada. Gana quién se queda por último.
        Existe otra versión más interesante: se llama tierra, mar  y cielo. Para jugar, se trazan tres círculos o columnas correspondiendo a las tres palabras. Todos los jugadores se colocan en un de las tres círculos ‘tierra’, ‘mar’ y ‘cielo’. Supongamos, por ejemplo: el ‘mar’. Si el monitor grita ‘mar’, todos se quedan donde están; pero si dice ‘tierra’, todos saltan para el círculo ‘tierra’; y si gritar ‘cielo’, todos se mudan para ‘cielo’. Ahora, si un jugador se despista y se va al círculo que no es debido, queda eliminado. El objetivo del juego es aguantar el máximo de tiempo dentro del círculo sin equivocarse. Se puede modificar el orden, la velocidad y la competitividad entre los participantes. Deberá existir un árbitro o monitor para resolver las cuestiones en abierto sobre la dinámica del juego.

36 – jugar a la carrera de chapas:

aunque se trata de un juego muy tradicional y popular, yo no me acuerdo de haber jugado a la carrera de chapas. De cualquier forma, en mi tiempo de niño, los hombres de bares descorchaban las botellas y tiraban las chapas debajo del mostrador. Los niños, mozalbetes tal vez, buscaban con afán las chapas en los bares del pueblo – si mal no recuerdo dos apenas. No debían caer muchas chapas porque los tiempos eran difíciles. Un detalle: a veces se las rellenaba de plastilina para que pesasen un poco más y, de esta manera podían ser mejor dominadas cuando recibían el impulso con los dedos (el pulgar y el índice, formando casi un círculo). El objetivo del juego era conducir estratégicamente las chapas hasta la meta, sin salirse del recorrido trazado, por veces incrementado con algunas dificultades para tornarlo más costoso. Si la chapa se saliese de la línea demarcada, el jugador retornaba al punto de partida. Podían jugar varios niños con tanto que no se apelotasen o se atropellasen con sus chapas. Lo ideal era cuatro o cinco jugadores no más. El campo de juego, de 3/4m de longitud y unos 20/30cm (foto) de ancho,  debía ser una superficie de tierra, con tramos y trazados de rectas, curvas, subidas, bajadas, con obstáculos etc. Se marcaba también, y antes de todo, la línea de salida y de llegada/meta. Había sorteo para ver quién salía primero – podía ser a cara o cruz, palitos, pajas, etc. Uno a uno, los jugadores debían impulsar sus chapas lo más lejos posible, pero sin salirse del recorrido, pues un cálculo errado les hacía retornar nuevamente al punto de partida. Importaba también no tocar en la chapa del oponente, pues podría favorecer al jugador contrario. Cabía, eso si, tocar la chapa del oponente para tirarle del camino con tanto que la suya se quedase dentro del circuito. Un juego muy interesante para niños de una cierta edad.

37 – jugar a la pulga:

se dice que es un juego africano. El juego permite tantos jugadores cuantos sea posible juntar en torno de una mesa y de un cubo o un recipiente parecido. Cada jugador recibe cuatro fichas pequeñas – mejor que sean de colores distintos para identificar los oponentes, y una grande que sirve para presionar y hacer saltar las fichas menores, forzándolas con su borde. Lo importante es que en el centro de la mesa se coloque el cubo y los jugadores se dispongan alrededor, ordenadamente y sin atropellos. Después, uno a uno por turno o sorteo, desde una distancia igual para todos, los jugadores deberán colocar sus cuatro fichas dentro del cubo (o bote). Gana, evidentemente, aquel jugador que meta antes que los demás sus cuatro fichas dentro del recipiente/cubo. Este juego recibió muchas versiones, incluso una digital. Existe otra versión tradicional, pero en versión más sofisticada como aparece en la foto abajo. Sin embargo, y a pesar de todas estas versiones modernas, el juego de la pulga es esencialmente el mismo, o sea, en todas esas versiones las fichas son introducidas en un cubilete después que se las hizo saltar bajo la presión de una ficha mayor. La pulga es un juego de habilidad y destreza, pues se debe imprimir una fuerza equivalente, exacta y capaz, para colocarla dentro del cubo sin elevarla demás ni de menos. Como vemos en la foto, el cubo deberá ser colocado bien en el centro de la mesa en puntos equidistantes de cada jugador. Además de contar con cuatro fichas pequeñas y una grande, otro detalle marca este juego muy divertido: todos deben intervenir por turno, acierte o no acierte.
Este juego tuvo una versión digital – un videojuego, lanzado en el Reino Unido (1983),  por la plataforma Sinclair ZX Spectrum, cuyo autor fue el español Paco Suárez –”un genio con proyección internacional”. En esta versión, el jugador controla a una pulga en el interior de una caverna. Actualmente existen numerosas versiones; en todas ellas Bugaboo > una amarilla y pequeña criatura, de patas largas, que salta sobre un colorido planeta después de un aterrizaje forzado en la caverna. El jugador deberá controlar la pulguita, guiándola desde el fondo de la cueva hasta la salida.

38 – jugar a la perinola:

¿quién en este mundo de Dios no jugó a la perinola? Llamamos de perinola a una pieza de metal o de plástico que presenta en sus contornos diferentes escritos. Al hacerla girar y, después, al detenerse, nos deja una de las inscripciones que según dicen es certeza de suerte. Por eso, es muy utilizada en apuestas. Se juego sólo o con otras personas, y se hacen apuestas de céntimos, monedas, cromos, etc. Para jugar, se utilizan hasta piedrecitas o fréjoles: el objetivo es saber quién tiene más suerte en las apuestas, quedándose con la mayor cantidad de los objetos apostados. Juego de niños, evidentemente. Si fuere juego de adultos se apuesta dinero, que puede ser alto o bajo. Los jugadores forman un círculo alrededor de una mesa o cualquier otra área a ser escogida por el grupo. En las apuestas cada uno de los jugadores aporta la misma cantidad de lo que sea > los objetos recibes el nombre de fichas. Por turno, cada uno hace girar la perinola con la mano, pues como se ve por la foto parece una peonza con seis (6) caras planas en cada una de las cuales está escrita una leyenda: ‘poner una’, ‘poner dos’, ‘tomar una’, ‘tomar dos’, ‘tomar todo’, y ‘todos ponen’ (los jugadores deben poner una ficha en el bote). De esta manera, cuando la perinola deja de girar, el jugador de la vez deberá hacer lo que diga la perinola: poner o tomar cierta cantidad de fichas. Si la leyenda es de tomar todo, el juego se reinicia como al principio. Detalle: los jugadores que se queden sin fichas, podrán continuar jugando, pero gana quien se quede con más fichas; en caso de suspenderlo por falta de tiempo, gana quien tiene más fichas. Hay un caso curioso, ocurrido en Colombia. Un candidato a la alcaldía de Bogotá usó la perinola para cautivar a sus electores, añadiendo una sétima leyenda –‘todos toman’ > en el aporte colectivo a la ciudad todos ganan. Con esta leyenda, Antanas Mockus ganó la parada sin contestación.
          Con estos juegos -cada uno más interesante que el otro-, os dejo hasta la próxima oportunidad. ¡Hasta luego, amigos y paisanos de Prádanos de Ojeda!

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