quinta-feira, 31 de maio de 2012

Prádanos de Ojeda – el apellido AGUILAR (3)

         En tiempos del  rey Alfonso VIII (1155-1214) - El de las Navas -, se tentó impedir la formación de grandes señoríos nobiliarios, a causa  del auge y engrandecimiento de la nobleza castellana. En esa misma época, los árabes perdían la unidad política frente a los reinos Taifas (siglos X/XI).De hecho, mientras el poder central estuvo en Córdoba, los cristianos no atacaron de modo organizado los territorios musulmanes, pero con las divisiones internas del Califato en 39 reinos Taifas independientes y, muchas veces, enemigos entre sí, los reyes cristianos aprovecharon la ocasión y fomentaron por todos los medios ataques continuos a esos reinos a través de guerrillas, incursiones [bien o mal sucedidas], saqueos, devastaciones etc. Grande parte de esos movimientos fueron promovidos y dirigidos por los papas a través de las tan decantadas y polémicas Cruzadas. En España (1073), Gregorio VII lanzó una cruzada contra los moros, arrebañando caballeros de toda Europa, entre los cuales se destacaron nuestros ancestrales del linaje AGUILAR. Después de la estruendosa victoria cristiana en Las Navas de Tolosa (1212), territorios  y señoríos fueron distribuidos entre los distintos guerreros y, en consecuencia, surgieron grandes e inúmeros señoríos coincidiendo casi siempre con comarcas naturales. En la época de los Trastamaras, aparecieron importantes donaciones reales y nobiliarias, otorgadas a caballeros del más alto rango. Normalmente, no eran nobles antiguos, y sí nuevos ricoshombres venidos de Portugal y de otros países de Europa. Nuestro mayor representante fue Gonçal’Eanes d’Ovinhal (después llamado de Aguilar), que dejó Vila Nova de Famalição (en las proximidades de Braga, Portugal) y se radicó en Aguilar de la Frontera, como dejamos arriba consignado. Martín Cardío afirma que en amplias zonas de valles frondosos o riberas del Tajo/Guadiana/Guadalquivir, existía en la época ‘una falta enorme de potencial económico y demográfico’. Por eso, todas sus tierras fueron donadas a la alta nobleza y a diversas Órdenes militares. Entre esos señoríos y sus castillos/fortalezas, estuvo AGUILAR de la Frontera, en la región fronteriza Córdoba/Granada.
El perímetro solariego de Aguilar de la Frontera preséntase dividido en dos partes fisicogeográficas muy bien diferenciadas: la Alta Campiña es el punto central del antiguo señorío de nuestros antepasados con linaje AGUILAR, y también núcleo histórico de los Fernández de Córdoba y Aguilar, señores poderosos y altivos del castillo/fortaleza construido en el Medievo. El relieve es mucho más accidentado y escarpado que el terreno donde se extiende la Baja Campiña, más en consonancia con los plegamientos tipo alpino. La loma y cerros campestres donde se sitúa el perímetro urbano de Aguilar están delimitados por laderas ‘acantiladas’ de donde le viene la propia toponimia > ‘lugar de águilas’, favoreciendo un contraste mayor entre las dos campiñas (Alta y Baja). Dos monumentos de importancia se destacan en Aguilar: la laguna del Soñar (al suroeste del pueblo), y el cerro sobre el cual se yergue el famoso castillo/fortaleza construido en el Medievo. Aguilar de la Frontera adquierió importancia en los tiempos de la reconquista hispánica contra los moros (1240) y durante la guerra civil entre D. Pedro I, El Cruel, y D. Enrique II (1334-1379), El Magnífico o El de las Mercede,[de la dinastía Trastamara]: Magnífico porque perdonó generosamente a moros y judíos que habían luchado contra él y a favor de su hermano, D. Pedro I; y de las Mercedes, porque concedió títulos y señoríos sin medida a sus aliados, como pagamiento por la ayuda en armas y vasallos recibidos durante la contienda que duró casi 14 años. Los Aguilar y sus señoríos se multiplican durante el reinado de Enrique II, El de las Mercedes

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